domingo, 17 de octubre de 2010

mendigo

Pasan por la calle, me miran sentado en el banco del parque, ¿alguno se detiene a ver? ¿Será que les recuerdo el mundo que no quieren ver? ¿Qué sienten que es injusto que ellos duerman en sus casas mientras yo debo despertarme en las mañanas antes de que a un perro se le ocurra ir al baño en mí?

Con mis harapos guindando de mi cuerpo, debo pasar pronto al basurero a reemplazarlos, no recuerdo mi nombre, nunca me lo pusieron, solo era el que se paraba frente al semáforo a hacer escupir fuego, sabes al que nunca le diste dinero, me golpeaban si llegaba sin nada, por eso hoy tengo dos menos de mis dientes.

Amor, no lo conozco, ¿aprecio que es eso? Si nisiquiera se que eso del Internet que tanto nombran, nunca he podido usar una computadora. Me paro todos los días sin saber si voy a salir vivo de el, cajas como cama y sabanas eso es típico… una gripe es como una tortura de Dios con la que debo pasar varios días lidiando, y si hay fiebre las alucinaciones.

¿Piensan que me drogo? No hay dinero para eso, ¿Que violo gente? Como si la sarna me ha dejado impotente lo más que puedo usar es mi imaginación en algunas oportunidades. Mi concepto de normalidad no es tan bueno como atorarme en el tráfico con aire acondicionado, es dormir pensando en que me podría despertar la orina de un perro en la mañana.

Hola soy eso que ignoras, la realidad que tapas de tus ojos revisando los mensajes de tu celular, y me estoy muriendo, por que a los niños de mi calle sus padres no les dejaron votar un pedazo de carne a la basura, espero que al menos alguien quiera recogerme una vez muerto y llevarme al basurero, o que el tal Jesús del que tanto oigo cuando estoy pidiendo limosna en la iglesia tenga el cariño de devolverme a la tierra como alguno de los que se quejan de su trabajo, cuando me veas en la calle piensa un poco antes de quejarte de tu vida.