lunes, 7 de octubre de 2013

Soundtrack



            Trato de apartarla de mi cabeza, de mi computadora sale por cuarta o quinta vez el mismo disco de Metallica, en eso suena “Fade To Black”. No sé por qué aún me sorprende la inyección de melancolía en medio del caos del disco, decido que así como nuestra relación empezó con poesía es lógico terminara con caos.
            Pero no es importante, Lucia ya no es importante, solo  importa mi incapacidad para oír la canción de Serrat sin pensar en ella. Es como siempre, amarro las canciones a la gente, a los recuerdos, a los momentos, incluso las daño un poco. Supongo que me busque lo que paso con Lucia, es lógico que pase si empiezas una relación con una canción acerca de un rompimiento.
            Decido que ya es suficiente de las guitarras distorsionadas de Metallica, me levanto de mi cama y coloco el aleatorio. Espero que las canciones inesperadas me alejen de ella, lo hacen por momentos. Mellendi me transporta al Ávila  hablando de absolutamente nada con Gaby, Pink Floyd a Eduardo y su sentido del humor, La Vida Boheme a la mayoría de las cosas que pasaron en quinto año. Pero Lucia se colea, la recuerdo cantando Sentimiento Muerto y repitiendo como una máxima aquel slogan de “el amor no existe, hay que hacerlo”, recuerdo mi sonrisa sabiendo lo que eso significaba.        
            Dejo que el recuerdo pase, y coloco el disco de Bob Dylan, Lucia siempre lo odio así que las canciones no me recuerdan tanto a ella. Ella nunca fue capaz de comprender como podía disfrutar con su voz honesta pero carrasposa, siempre quise que entendiera que la música de Dylan no era para disfrutar si no para pensar, para soñar con cambios para entender viejos sentimientos de nuevas maneras. Ella solía cambiar después de un par de canciones. Los Artic Monkeys o alguna banda de Indie de esas que sirven para saltar y distraerse, yo volteaba los ojos y se lo permitía. Era la única persona que tenía tanto en común en gustos musicales conmigo.
            Dejo que Dylan me distraiga, luego Sabina, luego los Beatles. Cada canción un recuerdo y eventualmente Serrat vuelve a aparecer, vuelve a cantar Lucia la saltó no tengo ganas de oírla, recuerdo siempre como ella la cantaba, no era demasiado afinada pero nunca fue el punto. R.E.M aparece intentando perder su religión, intentando olvidar algún amor, sonrió, la canción suena justo como me siento.
            Eventualmente apago la computadora, decido caminar a alguna tienda de discos y gastar mis ahorros en algún disco nuevo que parezca interesante. No es lo que suelo hacer, pero necesito canciones que no me recuerden a nadie.