jueves, 29 de diciembre de 2016

Los mejores discos internacionales del 2016

Más allá de logros individuales o crecimiento personal creo todos podemos estar de acuerdo que el 2016 fue un año… Emm, ¿complicado?
                
            Ok 2016 apesto, y no solo en Venezuela, pareciera que cuando tengamos que explicarle a nuestros nietos cuando empezó la guerra nuclear tendremos que señalar este año. Pero si dejo muchos discos geniales.
            Si 2015 fue el año del single, 2016 volvió a ser un año de discos y en realidad hay algunas joyas que deberías estar oyendo, aquí simplemente comparto con ustedes las que más me gustaron a mí. Sin más que agregar allí van los 10 mejores discos internacionales del 2016.
Menciones honorarias
The Weeknd – Starboy
Dnce – Dnce
Wilco – Schmilco
Iggy Pop – Post Pop Depression
Leon Larregui – Voluma
Radiohead – A Moon Shaped Pool
The Last Shadow Puppets –Everything you’ve come to Expect


10.- The Fall Of Troy – Ok
            ¿Punk progresivo es un término valido? Pues es la única manera que se me ocurre para describir a este trío, es música está llena de ira y de la velocidad del punk pero tiene la complejidad del rock progresivo, como si la banda fuesen los hijos bastardos de los Sex Pistols y Dream Theater. La velocidad de los Riffs de guitarra y la exactitud de la batería descansan perfecto sobre el bajo y la voz de Thomas Erak puede pasar de gritos a melodía en un instante, no se pierdan a esta banda.

9.-Bruno Mars – 24k Magic
            De rock experimental a pop bailable. La verdad es que imitar a James Brown es la mejor decisión que ha tomado Bruno en su carrera y este disco está pensado para que bailes y es inevitable que lo estés haciendo para la segunda canción, si no hay ninguna canción al nivel de Uptown Funk pero eso no iba a pasar. Ponte algo cómodo y deja que Bruno y su Funk llenen tus pies.
8.-Beyonce – Lemonade
            Beyonce es una de esas artistas cuya influencia puedo aceptar aun si no me suele gustar su música pero es simplemente imposible escapar de Lemonade. Hip-Hop, Rhythm and blues, Funk y hasta un poco de Rock se unen en la licuadora de Beyonce. La discriminación racial, la infidelidad de su esposo y la violencia policial son temas válidos para Bey cree pop pegajoso que no podrás sacar de tu cabeza. Punto para Queen B.
7. – Kings Of Leon – W.A.L.L.S

            Kings of Leon vuelve a las andadas con un disco que vuelve al sonido que los hizo estrellas pop en Only By the Night.  Si bien la banda no está reinventando la rueda, ni su estilo, es un gran retorno luego de lo mediocre de su trabajo anterior (Mechanical Bull) Es bueno tener a los reyes de vuelta, ojala no se vayan de nuevo.

6.-The 1975 - I like it when you sleep, for you are so beautiful yet so unaware of it.

 

            The 1975 pasan de pop rock pegajoso a música ambiental con la una facilidad extraordinaria, su música tiene tanto de los Beatle como de Radiohead, al menos en este disco. El crecimiento de esta banda es algo de su primer disco a esta segunda obra ha sido impresionante o me muero de curiosidad por lo que harán en su tercer disco.

5.- DJ Snake – Encore

            El mejor disco para bailar del año y la prueba de que Bieber está aquí para quedarse (diablos). Pero en serio el disco de Snake muestra su control de los beats con 13 canciones perfectas para una pista de baile, en un año donde leyendas de la electrónica como Justice y Deadmau5 decepcionaron conseguir un disco asi de solido es una bendición.

4.- Los Fabulosos Cadillacs – La Salvación de Solo y Juan
           
            Los Fabulosos Cadillacs no solo vuelven al ruedo con su primer material nuevo desde 1999 (La Marcha del Golazo Solitario) si no que reinventan su sonido casi desde la nada. Ska, swing, rock, pop todas son herramientas válidas para enviar el mensaje de Los Cadillacs, que al final es el de siempre: La música salvara al mundo. Fabulosos Cadillacs para el siglo XXI

3.- Green Day – Revolution Radio
            Green Day vuelve en el momento perfecto. Molestos y pegajosos, el disco es un paseo por los estilos que ha tratado la banda a lo largo de su carrera y que no se aleja de temas controversiales, desde cyber bulliying hasta la violencia en colegios el disco es un retrato de como la banda ve Estados Unidos y el mundo, las guitarras y la batería incluyen algunos de los mejores trabajos de la banda (Aunque Miker Dirnt este en piloto automático en el bajo) Es uno de los mejores discos de la banda y en definitiva el mejor desde American Idiot

2.- Metallica – Hardwired… To Self Destruct

            Metallica vuelve con 12 canciones de metal puro y duro, las guitarras de Hetfield y Hammet se complementan como en los tiempos de Master Of Puppets, Lars Ulrich vuelve a tocar la batería como en los viejos tiempos y Trujillo finalmente termina de congeniar con la banda. Es el disco más sólido de la banda desde el Black Album y es una prueba de que siguen teniendo un lugar en escena del metal moderno.

1.- David Bowie – Blackstar

            Todos tememos a la muerte, en algún nivel ese último viaje nos aterra. Por eso que Bowie tomara la suya como inspiración es increíble y que el material resultante sea tan doloroso e inspirador no es nada menos que un milagro. Cada acorde y detalle de este disco esta trabajado con delicadeza, las melodías tienen influencias de electrónica, rock, jazz y cualquier género que Bowie estuviese escuchando recientemente.

            Bowie decidio que la muerte era solo otro tema sobre el que componer, este disco es la despedida de una de las estrellas más brillantes del rock y es, sin duda, el mejor disco del año.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Caiga la Noche


-“La noche es oscura y está llena de terrores”- George RR Martin

La noche caraqueña se ha vuelto una criatura peligrosa. Caminar sus calles después de la caída del sol tiene más en común con un juego de ruleta rusa que con un típico retorno al hogar.

Por lo tanto, tomar la decisión de salir caminando de la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde estudio Comunicación Social en el turno de la noche, sin usar el transporte que amablemente me ofrecen, no fue fácil ni inteligente. Después de todo, el turno nocturno de la universidad no debería ser un peligro, pues cientos de estudiantes dependen del mismo para poder cursar sus materias y obtener el añorado título que los certifique como profesionales.

Es bueno confesar que, en el fondo, a pesar de las experiencias ganadas como estudiante de la UCV, soy un “joven del Este de Caracas”  y, aunque parezca peyorativo, es cierto. Si bien he hecho el trabajo de conocer mi ciudad, y probablemente mis fronteras sean más amplias que la mayoría de quienes están en mi posición, le tengo un respeto comprensible a los peligros de la noche caraqueña.

Al salir de la clase de Fotografía, lo primero que noto es la soledad de los alrededores. Apartando al grupo de estudiantes de la Escuela de Antropología, que está en el edificio de al lado, y un pequeño grupo parado cerca de la cancha de fútbol que está cerca de la salida de la Universidad, no hay nadie a los alrededores.

Converso con Alex, una compañera que va en la misma dirección que yo. Decidimos caminar hacia la estación de Metro de Ciudad Universitaria. Hacemos un recorrido mental: el pasillo largo que pasa frente al comedor, la Facultad de Humanidades y Educación y el edificio de Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES). Es un camino peligroso, pero menos que el puente que conecta la universidad de Plaza Venezuela, al menos en su experiencia, y no me siento en posición de discutir.

            La Universidad en la noche ya no parece la obra arquitectónica de Carlos Raúl Villanueva. Los bombillos faltantes y la soledad hacen que la oscuridad tome fuerza, lo de “Casa que vence a las sombras” se vuelve algo irónico. Apuramos el paso, después de todo, en la última semana ya van dos robos en la Escuela de Historia y uno en los alrededores del comedor. Apurados llegamos a la salida que de las Tres Gracias, plaza que une cruzamos la plaza de las tres gracias sin incidentes pero con el cansancio de alguien que se siente perseguido.

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            Estoy en mi casa escribiendo estas líneas. La verdad es que salir desde la Universidad a pie no debe parecer gran cosa para aquellos que vuelven a su hogar en trasporte público a diario, pero para mi familia fue toda una aventura y 10 llamadas de mi mamá en el celular lo demuestran

            No me doy cuenta de mi suerte hasta que me comentan por un mensaje al celular que robaron alguien en la escuela de Historia, lo que nos lleva a un total de tres en la semana. La descripción del robo en su Facebook es tan típica que ya parece un cliché, es casi rutina para todos los involucrados, como si estuviese ensayado: Dos hombres en una moto, un arma de fuego, una orden que ella no puede describir del todo bien, un arrebato de celular, la moto acelera, la obra concluye, lágrimas.

            Los comentarios que dejan sus amigos y familiares para intentar darle consuelo a mí ya solo me generan impotencia: “Pero, ¿estás bien?, “Lo Material se recupera” y el clásico “Lo importante es que no te paso nada”


            Comento un simple “Que arrechera” otro cliché, y paso por Google. Según El Nacional en octubre ingresaron alrededor de 500 cadáveres a la Morgue de Bello monte por crímenes violentos, trago grueso y agradezco mi suerte de esta noche y, como todo caraqueño, me voy a dormir esperando que la misma me acompañe al día siguiente.

lunes, 31 de octubre de 2016

Shuffle

Voy en el metro: De la estación Plaza Venezuela a La California. Esta lleno, como es normal a la hora pico, suena una voz dentro del vagon.
--Atención – dice la voz, me quito los audífonos, mi Ipod ha sobrevivido a dos robos y no quiero tentar a la suerte de nuevo.
            El Ipod fue un invento  de Apple, que salió a la venta luego de un discurso bastante emotivo de Steve Jobs en el 2001, donde se dedicó a hablar del futuro de la música, se han vendido millones de ellos en el mundo convirtiéndolo en el reproductor de música individual más vendido del mundo.
            El mío es el tercero que pasa por mis manos: Primero tuve un Ipod Nano que perdí en algún lugar, el segundo fue un Ipod Touch que fue devorado por las aguas del Mar Caribe. El nuevo lleva ya unos seis años conmigo, de hecho es obsoleto según la empresa que lo fabrico. Pero en su memoria contiene el sonido de los últimos años de mi vida.
            Claro que tiene el Shuffle, que me ha acompañado en una infinidad de viajes en el metro, ahogando un poco el caos de la ciudad bajo el ruido de guitarras distorsionadas  
            Están las canciones de Melendi, que fueron cantadas desafinadas por mí y mis amigos en el Avila bajo las estrellas, después de que el viento derribara nuestra carpa. Está la vieja canción de Juanes que le dedique a mi primera novia, “Me Enamora”.
            Como esa hay varias historias de amor escondidas entre sus canciones, quizás la más interesante es la que empieza con “Bachata Rosa”, abrazando a la chica, moviéndonos muy poco debido a mi falta de habilidad para bailar y su suave voz diciéndome en mi oído
--No te enamores de mí-- y por supuesto que me enamore, aun si no se lo dije y aun si lo que nos quedó de esa noche fueron dos canciones, la de Juan Luis Guerra y una de Zapato 3, aquella de “Suave, suave, suave bien suave donde tú sabes”.
Claro que el amor no es lo único, cargo cada paseo en el carro con mi padre en las canciones de Serrat y Rubén Blades que suenan a nostalgia, las canciones de The Clash con las que sobreviví la época de protestas y claro el primer disco de La Vida Bohemé.

La voz en el metro tiene un tono distinto al que espero,  nos comenta a todos de alguna enfermedad extraña que no puede tratar si no colaboramos con él, me calmo dejo de apretar mi bolsillo, al llegar a mi casa escuchare a Lennon cantando imagine y soñare un poco, y al terminar probablemente me sumerja en 32 gb de recuerdos.

lunes, 24 de octubre de 2016

Green Day: Revolution Radio

            
Green Day es la última banda de pop punk que importa en la cultura pop. Si, NOFX, Sum 41 y Blink 182 también sacaron buenos discos este año, pero en realidad excepto los fieles pocas personas siguen atentos a sus lanzamientos, de cada una de estas bandas (Blink 182, la más popular de estas bandas imploto este año y su ex guitarrista decidió ir a cazar aliens). Green Day en cambio si bien no son tan populares como eran alrededor de American Idiot aún pueden llenar estadios, tienen una película en producción por parte de HBO y son miembros del Salón de la Fama del Rock N Roll.
            Por tanto, y dado el fracaso comercial y crítico de su ambiciosa trilogía de discos, las expectativas alrededor de este nuevo disco eran bastante altas. Green Day ha hecho su carrera alrededor de entender cómo funciona la cultura adolescente de la época y había dudas de que pudiesen hacerlo ahora que son mayores de 40 años. Por tanto es sorprendente que el disco no solo suene maduro si no que sea su mejor disco desde American Idiot en el 2004.
            Parte de lo que hace de este disco una pieza importante en la discografía de Green Day es el hecho de que la banda parece haber aprendido de cada etapa de su discografía en la realización del mismo. Somewhere Now y Still Breathing parece sacada de las excursiones de Punk acústico de Warning. Revolution Radio, la canción que le da título al disco parece sacada de American Idiot con su ira adolecente hacia el sistema, en otros sitios el trio suena como los adolescentes hastiados del aburrimiento que eran en la época de Dookie solo que con problemas de siglo XXI como el internet (Bouncing of the Walls), mientras Youngblood es una canción de amor punk que puede pararse al lado de She’s a Rebel y Last of the American Girls. Al mismo tiempo Still Breathing suena como una canción de la mejor época de Fall Out Boy y es la medicina perfecta para cualquier fan de la banda de Pete Wenz que este harto de las excursiones pop de sus últimos dos discos.

            Por otro lado el trabajo instrumental, si bien es simple después de todo es una banda de “punk” es perfecto para el tono caótico que la banda quiere conseguir en el disco. Las guitarras distorsionadas de Say Goodbye harán que la canción sea un éxito en vivo y son del mejor trabajo de la carrera de Billie Joe Armstrong, el bajo de Mike Dirnt es funcional en todo el disco sin ser su mejor trabajo. Pero  la batería es el área que más brilla del disco Tré Cool golpea los tambores como si su vida dependiera de ello y la velocidad que demuestra en Bang Bang y en Revolution Radio es de lo más impresionante que ha hecho en la banda.

            Dicho lo anterior no es un disco perfecto, Troubled Time y Forever Now entraron por un oído y salen por el otro sin dejar ningún tipo de impresión y Ordinary World es una balada acústica que no parece parte del disco (por tanto no es sorpresivo enterarse de que no debía ser parte del disco si no que era parte de la banda sonora de una película). Tres canciones mediocres no serían un problema particularmente grave si no fuese porque están al cierre del disco y son la última impresión del mismo. Por otro lado ya se dijo que Still Breathing sonaba como una canción de Fall Out Boy y eso para algunos será veneno puro.

            Dicho esto de Revolution Radio es un disco que todo fan del Pop Punk de los 90’s debe oír, si bien los chicos de California no están reinventado la rueda es obvio que no es lo que estaban buscando, es una vuelta a su mejor sonido luego del desastre de la trilogía formada por “Uno, Dos y Tré” y es bueno tenerlos de vuelta.
4.5/5

Canciones obligatorias: Bang Bang, Revolution Radio, Say Good Bye

Skips: Troubledtimes, Forever Now y Ordinary World

lunes, 7 de marzo de 2016

Nebraska: una excusa para respirar.

            Un anciano camina por una carretera, no sabemos a dónde va pero notamos su decisión de llegar, sabemos lo hará, desde la  primera escena sabemos ese hombre no se detendrá ante nada para llegar.
            El anciano es Woody Grant, interpretado por el veterano Bruce Dern, un alcohólico de más de 80 años en un matrimonio insoportable, con dos hijos que siente no lo aman, y quiere ir a Nebraska a reclamar un millón de dólares. Su hijo David, Will Forte quien normalmente trabaja en comedias más tradicionales, trata de decirle que no gano nada, que su premio no es más que una estafa en la web, quieren que pague una suscripción a una revista. El viejo no oye razones y su hijo decide llevarlo a Nebraska para que no siga tratando de caminar hasta allá. Como le dice David a su hermano: Su padre necesita un motivo para vivir.
            En el camino el pueblo de la juventud de Woody, que avanzo sin él decide recordarlo  cuando se creen el cuento del millón de dólares. Piden pagos por deudas pasadas, argumentan merecer una parte de la imaginaria fortuna. El dinero te gana amigos, pero ninguno de verdad.
            Pero a medida que viaje avanza David empieza a entender a su anciano padre. David también busca un motivo para vivir, tiene un trabajo que le alcanza para pagar las cuentas pero no le servirá para avanzar, está terminando una relación por no tener el valor de pedir matrimonio (Probablemente por no querer repetir el patrón de sus padres). El camino los conecta, necesitan una excusa para seguir respirando, David la consigue en darle un último gusto a su padre y Woody en el millón que quiere usar para comprar una nueva camioneta, aun si su edad no le permite manejarla.
            Un viaje lejano e inútil a veces nos pueda ayudar a sanar una relación. Una aventura a veces nos devuelve el propósito. Todos queremos un último viaje, sentir que tenemos un propósito.
            De eso trata Nebraska, de dos vidas que parecen no ir a ningún lado consiguiendo propósito en el otro, Woody quiere su millón de dólares para dejarles algo a sus hijos y David quiere que su padre viva tranquilo. En el otro consiguen motivos para seguir viviendo, aun después del viaje a Nebraska.

            Una obra de arte y un nuevo clásico del road movie.