Ya era el día señalado por el médico… después de meses agonizando al fin se despediría de este mundo… pero no era tan malo había tenido una vida feliz a sus 30 años despedirse de los amigos era quizás lo mas difícil…
Había pasado los últimos meses conociendo el mundo… había visto la torre inclinada de pisa, había conocido el coliseo, el vaticano, todo lo que cualquiera hubiese querido…
Su única tristeza era ella… sus rizos dorados… sus labios de fresa… sus piernas largas… sus manos que tomaban las suyas, era ella de lo que se despedía, con quien había viajado por el mundo… su musa, su inspiración para los poemas que escribió… ella era todo… pero aceptaba despedirse de ella pues sabia que esos últimos meses eran lo más feliz de la vida de ambos… era un hasta luego el esperaba que más tarde que temprano, ella lo acompañaría en el más allá.
Los poemas…increíble que los publicaran… una razón mas para irse con calma… carta de despedida fue el nombre que el decidió… bueno para la situación en que se encontraba tenia bastante sentido esos poemas eran su carta de despedida al mundo
Respiro profundo disfrutaba como el aire llenaba sus pulmones, no sabia cuanto le duraría el respiro, sintió como aumentaba el peso de sus parpados se asomo a la ventana y vio como jugaban varios niños en el parque felices sin preocuparse de ningún problema.
Sintió la vida despegarse de su piel, el aliento desaparecer lentamente de su interior vio su vida pasar frente a sus ojos sin arrepentirse de nada, sonrío, y pensó en la muerte de la misma forma que un niño piensa en una mudanza, o quizás como en algún momento la describió Peter Pan como simplemente una aventura mas, y muy probablemente la mas hermosa de todas.
Dejo que sus ojos se cerraran y se entrego a la luz del otro lado… nadie pudo dudar nunca que había muerto feliz, la sonrisa que tenia en su rostro en ese momento era tan pura como la de los niños que jugaban en el parque.
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